DEJEMOS DE EVITAR LOS CELOS, 3 CONSEJOS ÚTILES

Te dejo TRES consejos para aprender a gestionarlos.  

Aunque muchos usamos el término “celoso” como algo despectivo de lo que tenemos que huir en pareja, lo cierto es que estar celoso no es tóxico, es una emoción normal y deberíamos crecer sabiendo esto. Evitar los Celos, 3 consejos útiles  

Desde muy pequeños se nos enseña que debemos evitar ciertas emociones “no tengas envidia” o “no tengas celos” son algunas de las frases que oímos desde muy temprana edad. Tenemos celos por el nuevo hermanito, celos cuando no nos sentimos atendidos por nuestros padres o amigos y por muchas cosas más… Debería ser a esa edad en la que empezáramos a convivir gestionando la emoción que nos acompañará toda nuestra vida.

Los celos son algo natural de las personas, el problema aparece cuando los gestionamos mal. Te dejo tres consejos para aprender a gestionarlos en pareja

  1. Aprende a identificar cuando estás celoso, los primeros momentos pueden darte muchas pistas. En ocasiones se acompañan de pensamientos negativos o síntomas corporales: sudoración, presión en el pecho, etc. Este punto parece una tontería pero es muy importante, ya que a veces nos damos cuenta cuando es demasiado tarde. Tomar consciencia de la emoción nos ayudará a retener el impulso. En este momento te aconsejo que te repitas a ti mismo “estoy celoso” (para mandar esa información a tu cerebro de forma clara). 
  1. Aguanta la emoción todo el tiempo que puedas sin reaccionar. Es un punto complicado pero tendrás muchos beneficios. En este momento lo mejor es relajarte y poner el foco de atención en “cómo” te sientes y no en “porqué” te sientes así (esto es porque nuestros pensamientos pueden no ser ciertos al 100% y tenemos una tendencia innata a creérnoslos). También puedes intentar distraer tu atención. Pero lo importante es aguantar la emoción sin reaccionar. 
  1. Comunicárselo a tu pareja desde la vulnerabilidad y no desde el enfado. Para este punto es crucial haber aguantado la emoción todo el tiempo necesario hasta estar totalmente calmado y tranquilo para decírselo . Esto permitirá que tu pareja no se sienta atacada y pueda darte la seguridad que necesitas.  

Aunque tener celos es algo natural, su aparición puede deberse a varios factores (la mayoría relacionados con el miedo): Inseguridades, necesidad de control, miedo a la soledad, traumas por abandono, relacionar amor con celos por aprendizajes pasados, excesiva preocupación por su imagen social, etc.  

Cuando admitimos que sentimos celos en la mayoría de casos necesitamos aprobación y saber que no estamos en peligro. Por eso, también, es importante que la persona a la que hemos comunicado cómo nos sentimos nos apoye. Porque nadie tiene culpa de sentir celos, aunque no tenga razón. Pero para algunos casos esto último puede ser sumamente complicado, ya que, además de la dificultad que tiene comunicar los celos de forma asertiva, también debemos contemplar la idea de que una parte de la pareja dedique mucho tiempo a valorar los celos del otro y esto puede desgastar la relación. En esos casos la recomendación es acudir a terapia de pareja.  

¿ES EFICAZ LA TERAPIA PSICOLÓGICA ONLINE? 

¿Has oído hablar de la terapia online? Actualmente se está empezando a generalizar esta nueva forma de terapia, pero ¿es eficaz? la Terapia Psicológica Online.

Debemos tener en cuenta que para valorar la eficacia que tiene nos centramos en la eficacia de los distintos tratamientos para distintos problemas, ya que no es lo mismo tratar una fobia social que una depresión, por lo tanto, en este caso la eficacia dependerá del tratamiento.

DEMOSTRADAMENTE EFICAZ

En la terapia psicológica online, gracias a los avances tecnológicos, podemos compartir información verbal y no verbal por videoconferencia sin perder información por el camino, es por eso por lo que para muchos problemas la eficacia entre la terapia online o terapia presencial no cambia. En otras palabras, la diferencia entre las sesiones online y las sesiones presenciales es únicamente el canal de comunicación.

Lo cierto es que sí que existen algunos casos en los que el terapeuta podría aconsejar tener una terapia presencial por el uso de herramientas de las que el paciente no dispone, por ejemplo, el caso del tratamiento de exposición virtual para la fobia a volar. Aunque estos casos no son la gran mayoría.

En este punto puede que te estés preguntando si lo que quieres es trabajar en terapia se puede hacer mediante citas psicológica online o es necesario que acudas presencialmente. Al ser un trabajo personalizado, será tu terapeuta el que te aconsejará acudir a citas presenciales si es necesario. Desde Confort Mental ofrecemos una sesión sin coste ni compromiso para que tu terapeuta pueda informarte sobre las mejores opciones para ti, si quieres pedir cita haz click aquí.

5 BENEFICIOS DE LA CONSULTA PSICOLÓGICA ONLINE 

Es importante destacar que son muy pocas las problemáticas en las que se desaconseja la terapia psicológica online, por lo que es altamente recomendable, ya que, además de no ser menos eficaz cuenta con una serie de ventajas, entre ellas la comodidad. No es lo mismo abrirse para contar ciertas intimidades desde tu zona de confort que en el despacho de tu psicólogo, además, cuando la terapia es online el horario es más flexible y confidencial, aunque cada vez esto ya es menos tabú.

La consulta online solo necesita tener un dispositivo y una fuente de conexión a internet, por lo que, otra ventaja que tiene es que suelen ser más económicas y, por tanto, más accesibles.

Es cierto que si estamos acostumbrados a las sesiones convencionales pueden aparecer ciertos miedos y es normal, los cambios pueden asustarnos. Desde Confort Mental ofrecemos una primera sesión online gratuita para que puedas experimentar este nuevo canal de tratamiento y valores cómo te sientes accediendo a este enlace o contactando con nosotros en info@confortmental.es

Características las sesiones psicológicas on-line:

  1. La eficacia es la misma (solo cambia el canal) 
  1. Comodidad 
  1. Flexibilidad horaria 
  1. Mayor accesibilidad financiera 
  1. Privacidad 

Autora: Paloma Aleñar Vega, psicóloga de Confort Mental. Colegiada, Núm B-03420 

(COPIB) 

SEIS TIPS PARA “DISCUTIR BIEN”

Discutir Bien, ¿Te ha pasado que a veces durante una discusión sientes que estás viviendo un enorme DEJA VÚ? Esto ocurre porque solemos invertir mucho tiempo en repetir discusiones planteadas hace tiempo.

Discutir en pareja es normal e incluso es sano hacerlo. El problema aparece cuando discutimos muchas veces por la misma razón. Por ejemplo, imagina que no te gusta que tu pareja te despierte antes de tiempo, y eso está generando peleas cada mañana. Una vez hablado llegáis a la conclusión de qué, por su parte, debe cambiar la alarma, y, a cambio, tú debes intentar entender su situación y cuidar las formas de comunicárselo.

Al cabo de un tiempo, cambia la alarma pero sigue despertándote todas las mañanas con otros ruidos, por lo tanto, sigue habiendo discusiones. Aquí el problema es que, a pesar de encontrar una solución, esta solución no recoge todas las necesidades del problema, esto ocurre porque no se planteó el “tener cuidado con los diferentes ruidos”. No se trata de discutir menos, sino de discutir bien. Una discusión debe tener consecuencias que produzcan un cambio, es decir, debemos encontrar la solución sin dejarlo pasar y así esa discusión tendrá sentido. Sino, lo más probable, es que pronto vuelvas a vivir la misma
situación.

SEIS TIPS PARA “DISCUTIR BIEN”

Por otra parte, es importante que evitemos palabras como “siempre o “nunca”. Por ejemplo, “siempre dejas la ropa en el suelo” o “nunca recoges tu botella de agua”, y en su lugar intentemos referirnos a comportamientos en un tiempo específico, como “esta
mañana” o “ayer”. Además, si al referirnos a esos comportamientos tratamos de llevarlos al plano de las emociones será mucho más fácil que la discusión termine antes. Por ejemplo, suena diferente cuando decimos “Siempre dejas tu ropa tirada” a “Me siento muy agobiada cuando veo ropa por el suelo de casa”.

Otra cosa que suele ocurrir durante una discusión es que nos cuesta mucho atender a lo que nos dice el otro. Solemos estar más pendientes de lo que nos tocará decir a nosotros después y por eso nos perdemos muchos detalles de su discurso. Si intentamos atender de forma empática, esto es, atendiendo a los sentimientos del otro, nos ayudará a entender mejor su situación y a empatizar. Esto, también, nos dará pie a tener una actitud diferente hacia el problema.

Cuando entendemos que el problema es “el enemigo” y nosotros somos un equipo buscando una solución, ayudamos a rebajar la tensión. Por ejemplo “Yo tengo que madrugar para ir al trabajo pero tu trabajas de noche ¿Cómo podemos seguir durmiendo juntos?” . Aquí el enemigo no somos nosotros, sino nuestros horarios, ritmos de sueño, etc.

Desde este plano la discusión toma otro camino.

Por último, si no hemos conseguido gestionar la discusión de forma adecuada y vemos que la situación empeora por momentos es cuando debemos hacer uso de la técnica del semáforo.

Como conclusión, entendemos por “discutir bien”:

● No dejar pasar una discusión sin encontrar la solución.
● Evitar generalizar con expresiones como “nunca, ya estás otra vez, siempre etc”, mejor referirnos a comportamientos específicos.
● Cuando nos referimos a ese comportamiento es mejor hacerlo hablando de cómo te hace sentir a ti para ayudar a rebajar el nivel de tensión y favorecer la empatía.
● Escuchar de forma empática, es decir, atender a lo que dice y entender las emociones que conlleva.
● Tomar una actitud de unión frente al problema.
● Técnica del semáforo o tiempo fuera.