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¿Necesito ir a terapia?

Esta pregunta es muy común cuando se está pasando por alguna situación complicada. Pero lo cierto es que muchas veces deberíamos plantearnos esto antes de llegar a tal punto. 

Lamentablemente aún existe esta falsa creencia de que si vas al psicólogo es porque tienes un problema súper grave. Pero la realidad es que en terapia hablamos de problemas habituales que tenemos todos, aprendemos a gestionar nuestras emociones ante ellos y así conseguimos entendernos mejor, hablarnos mejor y, en consecuencia, sentirnos mejor. No es necesario vivir un ataque de pánico para saber que necesitamos ayuda. 

Parece muy lógico acudir al médico para hacer revisiones y asegurarnos llegar a tiempo para conservar así nuestra salud física, pero ¿cuánto tiempo llevas sin revisar tu salud mental? Puede ser que incluso aún no lo hayas hecho nunca y no debes culparte por ello, así se nos enseña a lidiar con los problemas mentales: ignorándolos hasta llegar al final, hasta que no puedes más y entonces puede que te preguntes ¿Necesito ir a terapia?

Estas son NUEVE de las alarmas que te podrían indicar que necesitas un acompañamiento psicológico:

  • Problemas de gestión de emociones.
  • Síntomas de ansiedad, leves o moderados.
  • Sensación de apatía o poco placer por las cosas.
  • Irritabilidad o dificultades de comunicación.
  • Problemas de sueño.
  • Inseguridad con la imagen corporal.
  • Problemas familiares o laborales.
  • Poca motivación.
  • Problemas de conducta en casa.
  • Problemas de comunicación con tu pareja o amigos.

Si alguna de estas señales se encuentra afectando a tu vida diaria es un gran indicador de la necesidad de buscar un acompañamiento que te ayude a lidiar con las dificultades que puedes estar atravesando. 

¿Como saber si tengo ansiedad?

La ansiedad es el término que utilizamos para hablar de un conjunto de síntomas. Aunque no es necesario que todos se cumplan si que lo deben hacer muchos de ellos para saber si tenemos ansiedad. 

  • Me preocupo mucho por lo que puede pasar en el futuro.
  • Siento que me falta el aire.
  • Me encuentro agitado, inquieto o con palpitaciones en el corazón.
  • Tengo problemas a la hora de dormir.
  • Me siento irritado con las personas y conmigo mismo.
  • Me cuesta socializar.
  • Tengo problemas par concentrarme.
  • Me preocupo mucho por todo.

Es habitual encontrarnos con alguno de estos síntomas y pasarlos por alto. En ocasiones podemos identificar algo que nos está preocupando o produciendo estrés y acusarlo así del “culpable” de nuestra ansiedad. (Ej. He perdido mi puesto de trabajo). En otras ocasiones simplemente notamos los síntomas pero no sabemos de dónde viene. Pero lo cierto es que la ansiedad suele esconder algo.