Lamentablemente la presión social sobre la delgadez es cada vez mayor. Y es ésta, junto a otros factores, una de las causas más relevantes de los trastornos alimenticios.
Existen varios tipos de trastornos de la conducta alimentaria, y no todos consisten en la restricción de la comida, aunque sí muchos de ellos. Aquí vamos a nombrar las señales de alarma más comunes que nos predicen un posible trastorno alimenticio.
- Preocupación exagerada por realizar dietas restrictivas y por los ingredientes de las comidas y/o recetas.
- Sentimiento de culpa por la comida. Intentos de evitar comer en grupo.
- Encontrar envoltorios o comida escondida.
- Pérdida de peso injustificado y miedo exagerado al sobrepeso.
- Encerrarse en el baño después de cada comida.
- Percepción errónea de la imagen corporal.
- Intentos por esconder el cuerpo con ropa ancha o dejando de hacer actividades.
- Aumento de la irritabilidad, agresividad y mentiras. Síntomas depresivos y/o de ansiedad.
- Alteración del rendimiento académico/ laboral.
Recalcamos que esto no se puede entender como diagnóstico ya que se requiere el seguimiento de síntomas específicos y la valoración de un profesional.
Ante esta situación el papel de la familia y amigos es crucial. A pesar de que ser familiar de alguien que está pasando por una situación complicada es, en muchos casos, igual de complicado. Es importante que los familiares y amigos tomen la postura adecuada para facilitar el trabajo al afectado y al profesional que pueda tratarle.