La desesperación de un familiar o amigo de alguien que esta empezando a mostrar señales de alarma de estar viviendo un TCA puede ser mayúscula. Lo primero que debo decirte es que es normal todo lo que estás sintiendo y entiendo que tienes muchas ganas de ayudarle a que mejore.
Te voy a presentar algunas formas en las que sí podrías ayudarle y otras que, aunque, entiendo que viene siempre de la buena voluntad, a veces pueden dificultar el proceso de mejora e incluso precipitar el avance del problema.
En primer lugar debemos evitar:
- Hablar sobre apariencia física, suya o de cualquier otro
- Exigir que cambie de conductas o acusarle de estar haciendo algo mal, ya que podría sentirse culpable y para defenderse empezaría a ocultarse aún más.
- Tirar la toalla después de la primera conversación. Es un proceso y debemos ser persistentes.
- Esperar sin hacer nada, es imprescindible la ayuda de un profesional si hay una sospecha de TCA
Por el contrario es importante:
- Mantener la calma y no juzgar sus comentarios o actitudes
- Centrarnos en la salud y nunca en la apariencia. Explicarle lo preocupados que estamos con sus conductas y lo peligroso que es para sí misma.
- Ser honesto y apoyar siempre a la persona: Validando sus emociones. Con frases como “Entiendo lo duro que puede estar siendo todo esto para ti y quiero poder ayudarte”, “Estoy preocupado por ti y me gustaría apoyarte en todo”, “Quiero que estés a salvo” etc.
- Debemos escuchar aunque no nos guste lo que dicen. Habitualmente niegan que tengan un problema, es por ello que debemos hacer que se sientan escuchados y que entendemos sus sentimientos a la vez que proporcionamos ayuda.
- Animarle desde la comprensión y el cariño a buscar ayuda es la parte más importante.
El trabajo del acompañante no es nada fácil pero sí fundamental para el paciente, es importante mantener la calma y confiar en el proceso.